Un pequeño y único fragmento rojo.
Un espacio en blanco y dentro de este un fragmento rojo rebotando contra las paredes de la nada. He ahí lo que queda de mi corazón, que antes fue marrón y grande, sucio e inerte; y ahora late solo por ti;
golpeándose contra mi pecho mientras te veo a lo lejos, y solo por dar vida a las frases populares, o como objeción a mi palabra, muere aferrado a mi garganta, si he de hablarte. Si he de hablarte será para que sepas que te amo.